Los errores se asumen, las experiencias se viven, las críticas se ignoran, las mentiras se descubren y la vida se disfruta.

viernes, 7 de septiembre de 2012

érase una vez un adiós

No te digo que no me vaya a costar, que algunos días no necesite pensar y soltar alguna que otra lágrima al recordar momentos, como tampoco te digo que más adelante si te veo con otra no me vaya a doler, sabes que puedo llegar a ser muy fuerte pero tampoco soy de piedra, es mas, puede que hasta llegue a odiar a la persona que te haga feliz por el simple echo de que no sea yo esa persona. Pero el mundo no termina aqui, ni mucho menos, tu has sido el primero, bueno, el primero no, antes hubo algunos mas que aparecieron en mi vida, pero no fué nada serio, nunca me hicieron sentir tanto como hiciste tú, por no hablar de los momentos espectaculares que a veces me haciste pasar, nunca antes me había atrevido a decir que estaba realmente enamorada hasta ese día en la playa, en el que hubiera sido capaz de matar todos los relojes que tuvieramos al alcance con tal de pasar mas tiempo junto a ti. Tan solo un simple detalle me hizo darme cuenta de que en verdad nunca debí volver, nunca debimos entregarnos el uno al otro, porque cuando dos personas no estan destinadas a estar juntas no se puede cambiar, es inutil intentar que algo funcione cuando lo único que conseguimos es que termine con más facilidad, por mucho que duela. Podría decirte que me da igual todo esto, que ya no eres nada para mi y que me alegro de que ya no formes parte de mi vida de la manera en que antes la formabas, pero sería mentirte, y nunca se me dió bien, sabes que te guardo rencor, no porque haya terminado, sino por lo que en su tiempo me debiste contar y no hiciste, también te odio, por no haber sido capaz de mantener esto como debias, por no asumir tus fallos y por no ser capaz de mostrar tu supuesta 'madurez'. A día de hoy todavía me cuesta asimilar todo lo que digo, mas que nada porque nunca imaginé que estaría diciendo todo esto, nunca imaginé que estaría renunciando a tus brazos, esos en los que me he sentido tan querida, ni a esa sonrisa, que me hacía perder la cabeza día si y día tambien, he aprendido que el adiós de la persona que quieres siempre va a doler, pero que cuando algo termina tan solo toca asumir que hay muchas otras cosas por las que en estos mismos momentos vale la pena seguir sonriendo y que todavía es demasiado pronto para intentar compartir tu vida junto a una persona. Cuando te des cuenta de que todo ha terminado, de que no es un 'hasta pronto' sino un 'adiós' busca la sonrisa, pero espero que te duela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario