Bienvenido verano, te estaba esperando, perdón si ahora lo tengo todo desordenado, pues estos nueve meses se han echo eternos y los últimos exámenes ya me hacían dudar de quién era, y de que para ser persona necesitaba dormir. Ayer nada mas llegar del instituto deje esos viejos libros de texto en el cajón con un papel que ponía NO ABRIR, para no volver a verlos más, al menos durante que tú estés presente. He escondido la fuerza esa que siempre me empujaba a estudiar y he apagado el despertador que me levantaba cada día, de lunes a viernes a las seis y media de la mañana. Ya no necesito que nada ni nadie me controle el tiempo, que ya estás aquí, que voy a salir a media mañana y voy a llegar a mi casa cuando tenga hambre y luego otra vez, fuera, hasta que me vea con la necesidad de regresar. Que se ha terminado todo esto del estrés y el mal humor porque no te ha salido algo como esperabas, que a partir de hoy toca relax, tranquilidad, pasarlo bien. Ni te imaginas lo contenta que estoy de que estés de nuevo aquí, es mas, todavía no lo creo. Que ya vuelvo a sentir la arena bajo mis pies y el sol sobre mi espalda, que hoy vuelvo a ponerme mis gafas de sol y voy con las prendas de ropa mas frescas y cortas que tengo. Que ya vuelves a mostrar al mundo tus mejores playas, y esto me gusta, esto me encanta. Que hoy llegan las fiestas, la diversión, las ganas de salir hasta las tantas y de ser tu misma, la misma loca de cada verano. Que por fin estas aquí, y hoy, voy a disfrutarte.